jueves, 1 de marzo de 2018

Croquetas de capón

Parece que digo siempre lo mismo pero es que es verdad, que no me he dado cuenta que ha pasado el mes de febrero, sigo con los mismos propósitos de primeros de año, sigo con las mismas cosas pendientes por hacer en casa, sigo con el desorden de papeles aunque mirándolos de reojo creo que es mas grande que hace un mes, definitivamente febrero ha pasado y comienza marzo.

Marzo es un mes diferente, es el mes que florecen los arboles, que vamos teniendo alguna fruta diferente en el mercado, mes de vacaciones, donde algún día ya podemos pasear sin congelarnos la cara por el campo, mes en el que algún día va apeteciendo sentarse en una terracita y no pedir un chocolate bien caliente sino una cerveza bien fría pensando en que aperitivo nos van a poner, y cuando vemos al camarero salir del bar hacia nosotros con ese botellín bien frío y un platito con algo que no llego a ver pero que cuando va llegando a mi mesa y según baja la bandeja veo que es una croqueta de esas que no son bonitas de las que ha dejado el cocinero marcado los dedos, en ese momento levanto la cabeza con una gran sonrisa y me sale un gracias desde dentro. Como la sonrisa que pusieron en casa cuando tras la lata de cerveza llego un platito de estas croquetas de capón.



Así, una detrás de otra, bien calentitas, para cogerlas con las manos y cuando te comes el ultimo trozo aunque te quemes la lengua te chupas los dedos que no hay servilleta que valga




Ingredientes:

  • restos de carne de hacer el caldo del capón (yo también he reutilizado las zanahorias)
  • caldo del capón
  • 2 cucharadas de harina
  • 1 cebolla mediana
  • 3 cucharadas de aceite de oliva
  • sal, pimienta y nuez moscada al gusto
  • pan rallado y huevo para rebozar y aceite de oliva suave para freír
Lo primero que hacemos es aprovechar toda la carne que se nos quedó en los huesos del capón al deshuesarlo y tras haber hecho el caldo con ellos. Como os he dicho he aprovechado también la zanahoria.



La cortamos en trocitos y reservamos

En una sartén ponemos el aceite y a fuego medio pochamos la cebolla cortada pequeñita, cuando veamos que se transparenta le añadimos la harina y cocinamos un poco, le ponemos la carne desmenuzada que tenemos reservada y mezclamos.

Ahora le iremos añadiendo poco a poco el caldo, removiendo todo el tiempo para que no se nos pegue y así vamos viendo también como espesa. A mi no me gusta dejarlas muy espesas pero eso va a gustos, lo justo para que luego podamos formarlas. Le ponemos la sal pimienta negra y nuez moscada al gusto, damos un par de vueltas y listo.

Mi punto de espesor es cuando hago un corte con la cuchara en diagonal en la sartén y la masa tarda como 5 seg en juntarse, pensad que al enfriarse la masa va a espesar mas.

Si necesitáis algo mas de líquido y no tenéis caldo le podéis poner leche templada.

Ponemos en un plato o recipiente para que nuestra masa enfríe. Yo suelo usar el típico tuper para tortilla.


Una vez fría la masa podemos formar las croquetas, yo las rebozo con pan rallado fino, las paso por huevo y termino por pan rallado algo gordito, si lo compro hecho es el que te pone pan rallado especial rebozar y si lo hago en casa lo rallo en un rallador. El fino lo pico en la thermomix.

Freímos en abundante aceite bien caliente, sin pasarnos que ya sabéis que si a un aceite cuando lo tenemos en la sartén sale humo se nos ha estropeado. Podéis hacer la prueba del ajo, cogéis un ajo y le dais un corte lo ponéis en el aceite y así podemos ver si está listo para freír o aun debemos esperar.


Lo mejor para que no se nos abran las croquetas es el aceite caliente y que cubra a la croqueta o que nada mas ponerlas en el aceite le demos vuelta para que se haga la costrita y no se nos abran.


Pinta bien verdad, pero que rica que estaban y están, que en mi congelador siempre tengo croquetas congeladas. Las rebozo, las pongo sobre una bandeja con papel de horno (así luego las despego bien) y al congelador, una vez que están duras las guardo en bolsas y listas. Para un apuro o para cuando surja croquetas ricas y caseras.


No me digáis que no le he sacado partido al capón que hice por Nochebuena, desde luego cuando estaba haciendo las croquetas enseguida pensé que esta iba a ser mi aportación al proyecto Reciclando Sabores de Rosalía del blog Rossgastronómica donde le damos otra vida a esos alimentos que vamos a tirar


Que me gusta no tirar nada en la cocina, y poder dar vida y nuevos platos a esos productos del fondo de la nevera o la despensa. Y con estas croquetas hasta chuparnos los dedos una y otra vez.


Hasta pronto y a disfrutar...con Sweet Cookies by Bea.
Gracias por pasar por aquí

5 comentarios:

  1. jajajaj eres la segunda que rebaña los huesos para aprovechar la carne pegada, es increíble la cantidad de carne que se puede conseguir con un buen raspado.
    Querida mira que estás sacando provecho al capón de navidad, lo cierto es que era un señor capón y doy fe de ello.

    Geniales tus croquetas, la próxima vez avisa que llego a la cerveza y de paso a probar las croquetas que me chiflan.
    Bss

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  2. jajaja... de momento todas habéis usado sobras de Navidad jajaja... ¿será simple coincidencia?
    Pintaza de croquetas, creo que no he probado aún ninguna hecha por ti ¿no? ya va siendo hora jaja...
    Besos
    Nieves

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  3. Chicas cuando queráis porque tengo congeladas de capón y de algún otro sabor jejejej

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  4. ¡Que pinta por Dios! Mira que yo rebañé otros huesos para mi reciclando, pero mi capón de Nochevieja traía los huesos ya mondaditos y no había donde rascar, je je. Creo que estas Navidades hemos tenido todas muchas sobras que recicar.

    Bss

    Elena

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